Una tarde con
Los Mutantes
Recrear una comunidad y un sentimiento de pertenencia desde la experiencia migratoria es un desafío constante que nunca se completa. Reconstruir el hogar es difícil cuando el idioma, las costumbres y la cultura nos son ajenas, e incluso a veces hostiles. Es por esto que la experiencia de encontrarse con paisanos nos permite transitar por lugares en los que los mapas no ayudan, y aliviana la sensación apabullante de estar perdido lejos de tu tierra natal. Desde el bar donde se juntan los mexicanos y los chilenos, hasta el club donde se baila salsa, estos lugares se vuelven pedacitos de casa.
Los Mutantes, un grupo de teatro en español con base en Alemania, son una expresión de este impulso por reconectar con la cultura de los países hispanohablantes, sirviendo también como modo de expresión de la lengua en el extranjero.
Los Mutantes nacieron en 1999 en la Universidad del Sarre, en Saarbrücken. Desde entonces, cada año han producido una obra en español y han utilizado subtítulos y resúmenes para que hablantes de otras lenguas puedan conectar con sus producciones. Es una tarea exigente que requiere largas horas de trabajo y dedicación, pero cuyos frutos inspiran a los miembros del grupo a seguir desarrollando su sentido de comunidad. En sus propias palabras:"Si gracias a esta experiencia la gente de partes lejanas del mundo se siente un poco más en casa, y al mismo tiempo crece la conciencia y la sensibilidad por este sentimiento de 'extranjería' en el socio-escenario alemán, entonces ha valido la pena, aunque al final el texto traducido sólo acierte a medias".
Los Mutantes nos invitaron una tarde a uno de sus ensayos, en donde vimos sus procesos creativos en vivo y en directo, conversamos sobre su historia y sobre el proceso de hacer teatro latino y migrante desde una pequeña esquina de Alemania. Pueden revisar la entrevista completa y el video a continuación.
¿Cómo nacieron Los Mutantes?
Cecilia: Los Mutantes nacieron en una noche triangular, es decir, la primera vez que Los Mutantes estuvieron en escena se hicieron tres obras de teatro, y fue porque unos estudiantes de Romanística quisieron hacer una obra de teatro en vez de un examen, que porque era más fácil...¿más fácil?, aquí estamos (risas). Una de esas obras se llama “Los Mutantes” y de ahí nace el nombre, en 1999, con un grupo de estudiantes, entre ellos Martin Haberstroh e Isabelle Groß de García y un montón de gente que aún ve qué estamos haciendo, viendo que la esencia siga. Como se dice: tenemos nuestros ancestros.
​ Si pudieran clasificarse de alguna forma, ¿se piensan como teatro latinoamericano o como teatro migrante?
Varios: Teatro migrante, en español... que promueve la lengua española.
Cecilia: Yo creo que es importante decir que somos un teatro estudiantil también, porque estamos aquí en la universidad y estamos apoyando a los estudiantes. Estamos esperando siempre que los estudiantes vengan a actuar con nosotros. Sin embargo, todo el mundo que viene a Los Mutantes se siente como refugiado, porque nos venimos a encontrar, a hablar nuestro mismo idioma. A mí me gusta preguntar al final de cada proceso: “¿A dónde vas cuando dices que vas a casa?”. Es una pregunta muy profunda, muy linda, y los que estamos en Los Mutantes sabemos a dónde vamos y cuando estamos aquí en este lugar protegidos, sin juicios, dando todo lo que tenemos, compartiendo nuestra cultura, nuestro idioma, nos sentimos en casa. Mucha gente nos pregunta “ah claro, migrantes, el heimweh” y yo creo que eso lo encuentran muchas comunidades en el teatro, en las cosas artísticas, en todo lo que tiene que ver con el arte.
"Después de que llegas al lugar, de que te informas y tienes idea acerca de la existencia de estos espacios, todo se vuelve mucho más fácil."
¿Qué tan complicado es incursionar en el mundo artístico en Alemania como migrante?
Laura: Alemania es bastante multicultural, y hay una comunidad muy grande de teatro en español en Alemania y en Europa, por lo cual cada año tenemos muchas invitaciones. Existen espacios como el Festival de Teatro Bululú, que es un festival hispanohablante en el cual siempre tratamos de participar. Allí nos encontramos con gente de muchas partes de Europa y de otras ciudades de Alemania. Y no es para nada difícil, de hecho es muy bonito porque hay un intercambio muy grande entre comunidades migrantes latinoamericanas y españolas, así como con grupos universitarios que hacen teatro en español.
Diego: Y llegar al arte simplemente es tener las ganas y estar convencido de lo que uno hace. A cualquier escala nosotros somos amateurs: hay estudiantes, algunos que ya terminaron la carrera, otros que ya están trabajando… Y bueno, simplemente nos encontramos y el arte lo presentamos como queremos, hay grupos que presentaban en la sala de alguna casa y eso también es arte, entonces no es difícil incursionar.
Alexej: Encontrar el grupo fue lo más difícil para mí (risas).
Cinthia: Sí, después de que llegas al lugar, de que te informas y tienes idea acerca de la existencia de estos espacios, todo se vuelve mucho más fácil. Antes de eso siento que hay personas que pueden tener la impresión de que no es sencillo acceder a estos espacios, pero es porque no se enteran de que existen estos grupos.
Cecilia: Roger, ¿qué te impulsó a buscar el arte?
Roger: Yo había escuchado el nombre antes, pero no conocía a nadie aquí, me enteré por otras personas. No fue como que yo activamente buscara algo, sino que me dijeron que existía, y en Mérida (México) me gustaba participar en grupos así en la escuela. No de teatro precisamente, pero sí de música, así que me trajo recuerdos de... esa idea de la casa. Siempre extrañas personas y espacios, pero hay gente aquí que aprecias, con las que te reúnes y que se vuelven tu segunda o tu primera casa.
Silvina: Y en relación a Alemania. Creo que es un privilegio poder tener un lugar en donde puedes expresarte y hacer todo eso con gente que comparte tu idioma, sobre todo si estás en Alemania. Hay teatro en otros lugares, pero tener la oportunidad de estar en otro país y poder tener un grupo donde pueda expresarme en mi idioma materno, no solamente en alemán, es invaluable. Porque cuando uno habla un idioma no sólo expresa una lengua sino toda una cultura, entonces cuando uno habla en alemán como que asume otro rol. Y cuando estás acá en Los Mutantes es como que podés volver a tener todo lo tuyo que tuviste siempre, o sea en el idioma materno, que no es solamente decir idioma materno sino toda tu cultura, todas las emociones y todas las experiencias que trajiste, que te salen así sin tener que pensarlas o pasarlas por el filtro de la adaptación del otro idioma u otro rol.
¿Piensan en el teatro que hacen en Los Mutantes como un reflejo de su vida acá, como inmigrantes? ¿Hacen obras en relación a eso?
Alexej: Ha resultado más fácil poner cómodo al público, la verdad (risas). Sí que conocemos muchos episodios y vivencias personales en las que nos hemos sentido incómodos. Pero yo personalmente siempre me siento extranjero donde quiera que vaya, porque ni el castellano ni el alemán son mis idiomas. Pero aquí en Los Mutantes no se respeta simplemente el hecho de sentirse extranjero e incómodo, eso se sublima y lo traducéis en tu efecto en el público. Eso es interesante.
Silvina: Es interesante también para el grupo, porque descubrir que todos hablamos una lengua común que no es la lengua "oficial", sino nuestra lengua, es como conocer muchísimo más también de otras culturas y de otras lenguas que traen los que estamos acá, es como acercarnos mucho más y decir: “¡Wow!", qué honor que gente que no habla español como idioma materno se acerque, y compartimos todos lo mismo, sin fronteras. Es mejor que sentirse migrante en Alemania, sentirse migrante en el grupo Los Mutantes (risas).
Polina: También es una oportunidad para conocer la cultura latinoamericana, para los que no somos nativos, así como de mejorar el idioma. Aunque el idioma se puede tomar en un curso, pero [practicar] con ustedes es otra cosa.
¿Hay participación de parte de la comunidad alemana como espectadores, actores, actrices? ¿Cómo intentan involucrar y conectar con personas que no pertenecen a la comunidad latina?
Cecilia: Los Mutantes unimos. En estos más de veinte años hemos tenido temas tenaces, muy fuertes. Y como decían, nosotros no tenemos esas fronteras. La comunidad alemana está involucrada, nosotros ayudamos bastante con los subtítulos en alemán, pero lo que les tratamos de inspirar es que el arte es un lenguaje que todo el mundo entiende. Hay un lenguaje que todos hablamos y es el lenguaje corporal, el lenguaje del cuerpo. Mucha gente viene a vernos y sale con el sentimiento de: “Bueno, no sabía si era la mamá o el papá o si estaba casado o no sé, pero estuvo super lindo, les entendí” (risas).
Laura: El grupo es abierto a todes los que tengan interés de actuar o practicar el idioma como dijo Polina. Hay muchas personas que no son necesariamente latinas o españolas y hablan alemán y se interesan por nuestra cultura y tienen ganas de participar, no sólo como actores y actrices sino también en muchas otras cosas como en producción, sonido, luces. Como grupo tenemos los brazos abiertos.
Stella: Me encanta el grupo, la creatividad y la posibilidad de expresar ideas y trabajar juntos en un proyecto.
"¿A dónde vas cuando dices que vas a casa?"
Cuéntenos un poco sobre sus procesos creativos, la inspiración y los temas en los que basan sus obras o tipos de contenido.
Diego: Hemos tenido épocas en las que simplemente leemos un texto que nos conviene a todos y lo hacemos sin ningún tipo de pre-requisito. En algunos momentos cuando en Latinoamérica ha habido protestas sociales por todas partes hemos tomado temas sociales también, y en Europa con el tema de los refugiados también hemos tocado temas fuertes. Pero después de tanta crisis ahora dijimos: “Este año tiene que ser comedia, carajo” (risas).
Laura: Para nosotros siempre fue importante, no hacernos cargo, pero sí mostrar un poco y visibilizar lo que está pasando en nuestros países.
Silvina: La última obra no es una comedia, es una tragicomedia. Y me parece terrorífico cómo representa todo lo que está pasando no sólo en Argentina o en Latinoamérica sino en el mundo, con las diferentes generaciones, las luchas de poder y dinero dentro de la familia. Es una comedia que aborda un tema profundamente social. Lo que pasa es que no hay que hacer siempre drama para llorar sino que uno puede comunicar también con la risa.
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Laura: Reflexionar riendo...
Cecilia: Esa es nuestra mejor arma.
Laura: Y nuestros procesos creativos son muy variados, y por lo general preparamos obras ya escritas por autores o autoras hispanohablantes, aunque también hemos tenido producciones en donde en conjunto se ha armado una obra o algún compañero ha escrito algo y lo adaptamos como grupo. Estamos abiertos a todo, no es que sigamos siempre una misma línea. Siempre es muy diferente y eso lo hace super lindo, muy creativo.
Diego: Siempre escogemos las obras según el grupo. Si somos pocos, buscamos obras que tengan poca gente; si somos veinte, buscamos debajo del tapete obras que tengan veinte personajes, pero siempre buscamos que sea integrador, que todo el que quiera participar lo pueda hacer.
Cecilia: Y yo lucho para decirles que necesitamos gente también detrás del escenario (risas).
Diego: Siempre que vemos una obra analizamos si cabe en el grupo, y la escogemos o no, pero siempre tiene que caber en el grupo. No tenemos una visión predefinida de que cada año tenemos que hacer una obra específica, sino que vamos construyendo juntos con lo que tenemos. Y es cada año una dificultad, pero también una fortaleza, creo yo, porque es muy participativo.
Polina: La meta siempre es disfrutarlo, no es sobre hacer la mejor obra con dos, diez o con doce personas. Es acerca de pasarlo bien.
​¿Cómo es la cooperación entre Los Mutantes y sus patrocinadores u otras compañías de teatro?
Diego: Cooperamos con otros festivales. Los Mutantes son los creadores de un festival de la gran región, el GrAFiTi Festival, el cual nació de una iniciativa del grupo en la que ahora participan grupos estudiantiles de la gran región de Metz, de Luxemburgo, de Trier y de Saarbrücken. Hemos hecho varias cooperaciones y eso nos ha llevado de un lado a otro, conociendo gente e invitando grupos de teatro, especialmente latinoamericanos. Hemos colaborado con grupos de Colombia y de Chile, y estamos intentando traer a un grupo de Argentina. Este año vamos a ir a Colombia a presentar allá donde hemos sido contra-invitados (risas). La parte más difícil es el patrocinio, porque nunca es fácil conseguir apoyo financiero para iniciativas “amateur” y sin fines de lucro. Nosotros podemos llenar la sala pero al final reinvertimos hasta la última moneda en las siguientes producciones. No ignoramos la lucha por el dinero, siempre está ahí.
Laura: La lucha es el dinero; la intención, el intercambio y las ganas siempre están.
Diego: Los sponsors cambian con cada producción. Ahora nos está apoyando la municipalidad de Saarbrücken con la oficina de Zuwanderungsintegrationsbüro (Oficina de Integración para Migrantes), la Universidad del Sarre y por supuesto el Studierendenwerk (Unión Estudiantil). Estos últimos son los que siempre han estado desde hace años, sin ellos no podríamos existir de la forma en la que lo hacemos ahora.
Laura: La sala la compartimos con el grupo de teatro en alemán, Thunis, que son de la universidad. Tratamos de apoyarnos mutuamente en lo que se pueda, y también nos tiramos las orejas cuando dejamos desorden en el camerín (risas).
¿Cuáles son sus próximos proyectos? ¿Planean expandir su proyecto a otras partes de Alemania?
Varios: ¿Alemania? ¡Berlín! ¡El mundo! (risas).
Cecilia: La obra en la que trabajamos ahora se llama “Las Hectáreas de Adelaida”. Lo principal y creo que lo más bonito es que es una obra de Maru Silva, de Argentina. No es conocida todavía en Europa pero escribe cosas muy interesantes, muy divertidas e inteligentes.
Silvina: Tiene un mensaje para transmitir a través de la risa.